La cocina es probablemente el lugar de la casa que más energía se consume por el gran número de electrodomésticos que utilizamos. Por eso, a la hora de comprar una lavadora, un horno, un lavavajillas o un frigorífico es muy importante fijarnos en los más eficiente, los que lleven la etiqueta energética clase A (los más eficientes) y cuantos más “+” tenga, más eficiente. Por ejemplo, un horno de clase G consumirá más del doble de energía que uno de clase A.